La era digital en la que nos encontramos actualmente, ha hecho más sencilla la vida para los empresarios en el caso del servicio que deben ofrecer al cliente, así como de los productos que muy probablemente estará buscando un cliente. Los registros digitales nos pueden ayudar, desde saber las preferencias de las personas mediante una breve encuesta que se registre en la computadora, hasta almacenar gustos, preferencias, nombres, direcciones, consumos y pagos que quepan en un chip del tamaño de un arroz, que puede ser insertado debajo de la piel de los consumidores.
A todos nos gustaría saber lo que un consumidor comprará la próxima vez que visite nuestro comercio, saber qué está buscando para poder ofrecérselo de manera más rápida y oportuna, asegurando así la venta y la preferencia de nuestros consumidores. Esto ya es posible gracias a la tecnología y a los diferentes instrumentos con los que contamos. Así las cosas, desde el 2009, en Holanda se implantan chips en el cuerpo para pagar y almacenar información para convertirnos así en una base de datos ambulante. En el futuro será posible que todos los países contemos con estas tecnologías que nos harán la vida más fácil. Así, con sólo acercar la parte del cuerpo en donde se encuentra el chip que contiene toda nuestra información a un escáner, podemos establecer quiénes somos, lo que hemos comprado, el crédito con el que contamos en el establecimiento y en general, todos nuestros datos. Con este dispositivo ya no es necesario traer efectivo o identificaciones, el chip hará todo por nosotros, pues también almacenará gran cantidad de información sobre nuestros gustos, preferencias, lugares que frecuentamos, asociaciones, pertenencias a determinados clubes, etc. No se sorprenda que al pasar frente a un anuncio haya publicidad directamente dirigida a usted en donde nos persuadan sobre lo que estamos buscando o podamos estar buscando, debido a nuestra información personal sobre compras pasadas. Al llegar a un lugar nos preguntarán sobre nuestras últimas adquisiciones y nos ofrecerán más aditamentos al respecto, según la fecha se podrá ofrecer la renovación o recompra de tal o cual producto o algún producto similar para acompañar al anterior.
Si será bueno o no, dependerá de cada consumidor. Hay a quien no le gustará que se sepa lo que compra, cuándo, en donde y cuánto gasta, tampoco que esté abierto su crédito a cualquier compra. También habrá dispositivos para cancelar cierta información o abrir otra al escrutinio general. Habrá otros que se sentirán cómodos porque ya no tendrán que buscar las cosas, ya tendrán las ofertas al alcance de la mano, elaboradas solamente para él. Será una decisión personal de comodidad. Siempre habrá establecimientos que fomenten esta forma de pago y ofrezcan descuentos en compras por el simple hecho de implantarse el dispositivo o descuentos generales si la compra se realiza de esta manera en los diferentes establecimientos. La empresa presionará y el consumidor tomará la decisión final.
Por parte de la empresa, se podrán realizar ofertas personalizadas en las que seguramente el consumidor las aceptará debido a que se conoce perfectamente su perfil de compra, nivel de crédito, gustos y preferencias. Lo anterior hará más fácil la tarea de ofrecerle los productos que está necesitando. Iremos pues, a lo seguro y al final será un ganar-ganar.