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"Iniciativas para el cuidado del medio ambiente". Lunes 18 de abril de 2011.

No sé si les pase lo mismo, pero este calor insoportable hace que uno se pregunte a dónde vamos a parar con el cambio climático. Hay muchas iniciativas pero casi no se ven, o no se escuchan para ser exactos. Uno de los 8 objetivos de desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas es garantizar la sostenibilidad del medio ambiente. Esta Declaración del Milenio fue aprobada por 189 países y firmada por 147 jefes de estado y de gobierno en septiembre de 2000 en la Cumbre del Milenio. La meta es ambiciosa y estamos a 4 años de que se revise el alcance de los resultados. Se trata de una alianza mundial en donde se involucran a los países en desarrollo y a los desarrollados, con la intención de formar sinergia entre ellos y un compromiso conjunto para el logro de las metas establecidas.
Este objetivo plantea garantizar la sostenibilidad del medio ambiente mediante una serie de estrategias e indicadores cuantificables. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, junto con otros organismos, está trabajando para que los países en vías de desarrollo consigan la ayuda que necesitan en cuanto al cuidado del medio ambiente. Algunos de estos órganos son el Banco Mundial y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente, quien es directamente responsable del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el cual se calcula en unos $3 mil millones de dólares.
Sin embargo, considero que aunque estas acciones son loables y dignas de reconocimiento, no se ha hecho conciencia entre la población de que la participación de cada uno de nosotros es indispensable para el cuidado de nuestro entorno. Con acciones simples, podemos apoyar a frenar el cambio climático en gran medida. Una de las posibles acciones a las que podemos acudir es la educación para el consumo. Con esto me refiero a educar al consumidor de que las cosas que compra y la forma en que las consume o desecha, contribuyen al deterioro del medio ambiente. Se trata de que estemos conscientes de la manera en que nosotros mismos estamos contribuyendo a que nuestro hábitat esté cambiando. En la medida en que seamos responsables de las cosas que compramos y elijamos los productos que ayuden a la protección del medio ambiente, también las empresas empezarán a hacer las reformas necesarias para cambiar los materiales que usan en la fabricación de los productos que consumimos, muchos de ellos nocivos para el entorno.
También ya hay programas para “adaptarnos” al impacto del cambio climático y hacer frente a los desastres naturales. Estos programas están trabajando con 21 países para desarrollar metodologías, enfoques y mecanismos para hacer frente a la realidad del cambio climático y a las amenazas futuras tales como inundaciones y condiciones climáticas severas entre otros. Espero que estas acciones no sean una constante en los años venideros; porque de ser así, estaríamos hablando de que no hemos sido capaces de tomar una responsabilidad como países, empresas e individuos del daño que nos estamos causando a nosotros mismos.
Si requiere de mayor información, puede entrar a la página de Internet de cualquiera de los organismos que mencioné con anterioridad. Por mi parte, en las próximas columnas hablaré de la educación en el consumo y con ello apoyar de alguna manera al  cuidado de nuestro medio ambiente.

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