En una columna pasada, me comprometí a aportar al cuidado del medio ambiente con estrategias de educación para el consumo. Para iniciar con estas aportaciones, analizaremos la situación del unicel.
Lo que hay que saber: el unicel es plástico celular fabricado a partir de perlas de poliestireno. Se utiliza como empaque de comida rápida, comida para llevar (usualmente) y en vasos y platos desechables. Desgraciadamente, la mayoría de las veces, estos empaques y productos, no se vuelven a utilizar, van directamente a la basura y es un producto que no se descompone, ni se reintegra a la naturaleza; por ello, su característica altamente contaminante. Se dice que si se llegara a degradarse, esto sucedería en 400 años. Si se quema, produce sustancias muy tóxicas que contaminan el medio ambiente, dañan la capa de ozono y el aire que respiramos. Adicional a lo anterior, cuando un recipiente de unicel se expone al calor en un horno de microondas, los alimentos que contienen grasa se contaminan con las dioxinas que produce el unicel al ser expuestos al calor. Las dioxinas son cancerígenas y además de cáncer, pueden producir cataratas y cambios en los sistemas inmunológico y hormonal. Si cae al mar, el unicel se rompe por el uso, en pequeños pedazos a manera de alimento, que peces y otros animales ingieren causándoles la muerte. Se dice que por cada medio de kilo de plancton en el mar, hoy en día se pueden encontrar tres kilogramos de plástico.
Prácticas de consumo: Si está a punto de comprar platos y vasos desechables, refiera los que están hechos de papel. Si quiere calentar comida en el microondas, utilice platos o vasos de vidrio o cerámica para evitar contaminaciones. No tome bebidas calientes en vasos de unicel. Si por alguna razón ha tenido que optar por este material, lave los recipientes y vuelva a utilizarlos. Si va a tomar café en la oficina o a comprar comida rápida, opte por llevar sus propios recipientes en vez de usar vasos y recipientes de unicel. Si ha comprado algún producto que venga protegido con unicel o burbujas del mismo material, reutilícelos para envolver otros objetos. No contribuyamos a la generación de residuos sólidos, los cuales han ido en aumento en casi un 100% por año. Por ejemplo, de 2005 a 2006, el desecho de estos materiales aumentó de 1 millón 109 mil toneladas a dos millones 13 mil toneladas.
Lo nuevo: Recientemente, integrantes de la Facultad de Química de la UNAM obtuvieron un barniz y un adhesivo para papel, cartón y madera, a partir del unicel. Mencionan que es de bajo costo y amigable con el ambiente. El disolvente que se usa es soluble al agua y el proceso de transformación al que se somete el unicel, causa poco o casi nulo daño al medio ambiente. Por su parte, científicos del Laboratorio de Superficies del Departamento de Fisicoquímica de la misma institución, mencionan que a partir de envases lograron moldear nuevamente partículas de diferentes tamaños del material para manufacturar otros recipientes.
Aún queda mucho por hacer y se necesitan mentes creativas que diseñen nuevas formas de reciclar la gran cantidad de desechos sólidos que ya han sido generados y que están inundando y contaminando nuestro planeta. Por nuestra parte, podremos contribuir evitando consumir este tipo de productos y optar por los que sean más amigables con el medio ambiente.