Para todos aquellos interesados en la publicidad, 1001 trucos publicitarios es una excelente forma de recibir rápidas recomendaciones sobre cómo aplicar la publicidad en nuestra empresa. Por medio de 1001 párrafos cortos, Luc Dupont ofrece una excelente herramienta de información que se puede aplicar en los negocios del día a día.
La publicidad es una herramienta que ayuda a presentar el producto mediante un anuncio original, sugerente e innovador. Al conseguir elaborar un buen mensaje publicitario, se puede impulsar al receptor a que compre, objetivo principal de la publicidad. Así, este libro ofrece, como lo promete en su título 1001, trucos publicitarios en cortos párrafos y muy fáciles de leer.
Mediante la investigación publicitaria y la valoración de opiniones de carácter intuitivo, Dupont divide este libro en diez campos temáticos: cómo ubicar el producto en la mente del consumidor, identificar qué ilustraciones son más exitosas, cuáles son los titulares que consiguen mejores resultados, cómo redactar textos publicitarios que inciten a las personas a comprar, qué tipografías son más efectivas, qué tipos de diseños funcionan mejor, cuál es el significado oculto de los colores, cómo utilizar la publicidad comparativa, cuáles son los efectos de la repetición y conocer si la publicidad es un arte o una ciencia.
Entre las cosas más importantes que leí en este libro están el uso de los colores en una campaña publicitaria. Muchas veces, los colores se escogen con base en lo que le gusta al dueño o gerente de la marca. Sin embargo, una investigación minuciosa sobre lo que esos colores significan para nuestros consumidores, nos ayudarán a crear un anuncio con colores que sean congruentes con la imagen que queremos transmitir y que al mismo tiempo llamen la atención de nuestros clientes.
Otra de las secciones interesantes de este libro es sobre los diseños que funcionan mejor. Siempre será bueno analizar la imagen que queremos transmitir, si tenemos un producto en el cual queremos que se transmita una imagen de antigüedad o tradición, sería bueno usar una imagen en blanco y negro o color sepia. En cambio, un anuncio en color, además de retenerse más en la mente de los consumidores, permitirá que se identifique el nombre de la marca o las diferentes líneas del producto. De la misma forma, el diseño debe ser lo más simple posible y transmitir el corazón de lo que se quiere comunicar al consumidor: utilidad, prestigio, etc., asimismo, es necesario saber lo que nuestro público meta entenderá con lo que estamos mostrando, de esta manera podremos asegurarnos de que nuestro mensaje llegue como debe de ser a nuestros consumidores finales.
Por último, les recomiendo leer la parte del tipo de ilustraciones que se deberían usar en cada caso. Está comprobado que una persona bien vestida y arreglada llama más la atención de los consumidores y que están más dispuestos a probar el producto cuando uno de estos personajes está publicitando nuestro producto. También es necesario que la ilustración sea relevante con lo que estamos mostrando. Cuando una marca publicitaria tiene una ilustración que no tiene nada que ver con el producto que estamos presentando, puede suceder que los consumidores no recuerden nuestro producto.
Buen inicio de semana para todos.