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"Comunicación para la equidad". 14 de noviembre de 2011.

Desde hace ya algunos años tanto el Banco Mundial como otras instancias gubernamentales y no gubernamentales a nivel nacional e internacional han estado haciendo esfuerzos para lograr la equidad de género a nivel mundial. Hace unos días, salió en la ciudad de México, el violentómetro, realizado por el Instituto Politécnico Nacional y el Instituto Nacional de las Mujeres, e informa sobre los diferentes niveles de violencia aplicada contra las mujeres, e incluso se proporciona un número telefónico de “vida sin violencia” INMujeres. La elaboración de este instrumento es un esfuerzo por demás importante y loable; sin embargo, no sólo las mujeres somos víctimas de violencia, cualquier persona puede serlo y en esa medida es importante informar a la población.
Como lo dije anteriormente, el esfuerzo realizado para elaborar el violentómetro es sumamente loable y digno de reconocerse; y aunque las cifras indican que son las mujeres quienes sufren la mayor parte de las veces de esta violencia, al centrar estos discursos únicamente con respecto a las mujeres, se pierde de vista que nadie debería ser víctima de ninguno de los grados de violencia que en el instrumento se muestran. Para que estos informes dejen de ser tachados de feministas y con ello ser desacreditados de entrada, considero se debería poner énfasis en que nadie, hombre o mujer, niño o niña, heterosexual u homosexual debería ser sujeto de violencia, pues como persona, a pesar de cualquier diferencia de edad, sexo o preferencia sexual, todos debemos ser considerados como personas dignas de respeto.
Con el objetivo de conocer el punto de vista de algunos hombres al respecto, les mostré el violentómetro con otro formato y empezaban a participar; sin embargo, cuando les comentaba que era sobre la violencia que se comete contra las mujeres, lo hacían a un lado y dejaban de participar, lo descartaban. Posteriormente, cuando les comentaba el hecho de que nadie se merece este tipo de trato, mostraron una mayor participación y disposición de conocer más al respecto, de emitir comentarios y se mostraron de acuerdo con la utilidad del instrumento, pues ya no se sentían excluidos como género masculino, ni como los únicos generadores de esta violencia; sino que, al verse incluidos, se sentían parte de un fenómeno  en el que más de la mitad de la población está siendo excluido cuando se habla solamente del género femenino.
Creo que todos los esfuerzos e iniciativas son sumamente importantes, con el objetivo de dar a conocer la información que ya de por sí es conocida: es cierto que la mujer, desde hace mucho tiempo, está siendo desplazada en diferentes ámbitos tanto laborales como legales, ya sea por circunstancias culturales o religiosas; sin embargo, si queremos hablar de equidad, también la equidad debería manejarse al comunicar los resultados en este tipo de propuestas, no hablando tan marcadamente o solamente de las mujeres, para que los datos se analicen en su justa medida y de esta manera se consideren a todas las personas que forman parte de la población.
Los invito a todos a que cuando veamos información “de género” o relacionada únicamente con las mujeres, la analicemos y nos demos la oportunidad de incluir al grueso de la población en ella. Les aseguro que su punto de vista cambiará determinantemente, pues todos somos ciudadanos, personas y ante todo, humanos que merecemos respeto, oportunidades y sobre todo equidad.

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