A nivel mundial, la tasa de natalidad ha ido disminuyendo y la tasa de divorcios ha aumentado con el paso de los años; asimismo, el rol de la mujer ha cambiado y la forma en que viven y se definen como personas, como madres o profesionistas también es muy diferente a la del pasado. Aunado a lo anterior, una mayor apertura con respecto a la diversidad en cuanto a preferencias sexuales, ha dado paso a nuevas formas de convivencia que exigen nuevos productos y servicios que validen estas nuevas características de los consumidores y que con ello se contrarreste la presión social existente.
En el pasado, era casi inconcebible que una pareja decidiera no tener hijos; resultaba imposible de creer y generalmente se pensaba que alguno de ellos no podía hacerlo por alguna incapacidad física. Hoy en día, así como hay parejas que recurren a métodos no tradicionales para tener un hijo, hay otras que simplemente deciden no tenerlo. De igual forma, parecía imposible que alguien decidiera no casarse, ya sea como resultado de un divorcio o simplemente por decisión personal. Igualmente, en la actualidad personas de la tercera edad carecen del cuidado de sus hijos, cuando antes, al llegar a esta etapa de la vida, inevitablemente se iban a vivir con alguno de ellos, formando de esta manera una familia extendida.
Cualquiera que sea la situación en la que se encuentre una persona, los anteriores son algunos ejemplos de tipos de convivencia social que dejan de lado la forma tradicional de la familia nuclear formada por un padre, una madre y uno o dos hijos. Lejos de ser satisfactoria la decisión que cada quién haya tomado en su vida, ésta resulta algunas veces difícil de sobrellevar a causa de la presión social existente, pues los demás no aceptan la condición en la que estas personas se encuentran y los presionan con la finalidad de que se establezcan dentro de una forma de convivencia tradicional. Debido a lo anterior, para estos consumidores resulta imperante validar esta decisión y forma de vida para ser aceptado por los demás integrantes de su círculo social. En estas situaciones, las estrategias de mercadotecnia ayudan a equilibrar en los consumidores el estado de estrés ocasionado por la presión social a la que están siendo sometidos. Con la oferta productos o servicios que estén desarrollados específicamente para ellos, se ayuda a los consumidores a validar su estilo, además de proporcionarles el equilibrio mental que necesitan frente a la constante presión social que los observa como seres de otro planeta.
Es por eso que, como lo mencionábamos en la columna anterior, últimamente han surgido algunos productos y servicios que responden a las necesidades derivadas de estas nuevas formas de convivencia social. En Japón ya están disponibles los CatCafés, para aquellos que por su forma de vida no pueden tener mascotas en sus casas; en Francia ya hay hoteles y spas para atender como se debe a los perrhijos de algunos clientes, etc. Sin embargo, todavía se necesitan más productos y servicios que satisfagan las necesidades de estas personas. Para aquellos interesados en iniciar un nuevo negocio, estos pueden ser algunos nichos de mercado que pueden atender, los cuales están deseosos de comprar productos y servicios creados específicamente para cubrir sus necesidades no tradicionales. Buen inicio de semana para todos.
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