Hace dos días iniciamos el 2012. Dejamos atrás las fiestas y los regalos, las celebraciones, los gastos y el descanso. Es hora de asumir las deudas, enfrentar el derroche de dinero que hicimos o, probablemente, habremos sido cuidadosos y nuestras finanzas permanezcan intactas, lo cual también merece una celebración que vendrá acompañada de la tranquilidad de tener el dinero suficiente para no sentir la tan temida “cuesta de enero” .
Cualquiera que sea nuestro caso, un nuevo año nos da la oportunidad para prepararnos y disfrutar del futuro y programar con cautela nuestras finanzas. Repasar nuestros pasados 12 meses financieros puede servirnos para ser precavidos en los doce meses que estamos por vivir.
Mis recomendaciones para llevar un buen uso de nuestras finanzas para este próximo año son las siguientes:
1. Recuerde cuáles fueron las cosas en las que gastó sin pensar, escríbalas en un papel y póngalo en un lugar visible, el refrigerador por ejemplo. Este tipo de compras se repiten con el tiempo y a veces no lo recordamos. Sin embargo, si las tenemos presentes, al sentir un impulso por hacer esa compra nuevamente, podremos detenernos a pensar si realmente las necesitamos o si sólo estamos gastando el dinero sin sentido, pues las tendremos presentes todo el tiempo.
2. La mayoría de la gente considera que no puede ahorrar o que debe de iniciar con una cantidad elevada. Cualquier peso que se ahorre puede ser el inicio de una suma que puede ir aumentando con el tiempo. Restringirnos de algunos gustos, puede no ser la muerte o perder nuestro estilo de vida. No comprar palomitas en el cine y guardar deliberadamente este dinero puede ser el incio de un ahorro que se irá incrementando con el tiempo. Lo más probable es que descubramos que esas palomitas no hicieron la diferencia y que con un refresco fue suficiente. Lo importante es dar el primer paso, después estas prácticas se nos harán una costumbre.
3. Si vamos a hacer una compra importante durante el año, un auto nuevo o una casa, empecemos por analizar el dinero con el que contamos, buscar los créditos que nos darán mayores facilidades de pago, los intereses más bajos, etc., o también optar por un préstamo familiar. Hay un sinnúmero de opciones que pueden estar justo a nuestra medida. Las primeras ofertas de crédito no siempre son las que nos benefician más a la larga. Lo ideal sería hacer un comparativo para identificar las semejanzas y las diferencias entre las diferentes propuestas y elegir la mejor. Una compra tan importante debe involucrar un poco más de nuestro tiempo que la compra de cualquier otro artículo que no cuesta tanto dinero.
4. Si tuviéramos artículos que ya no necesitamos, busquemos si alguien está interesado en su compra. Si esperamos demasiado tiempo para venderlos puede ocasionar que éstos pierdan su vigencia o su facilidad de uso. Asimismo, hay aparatos como los celulares que si lo guardamos mucho tiempo, puede ser que después de algunos meses ya sea obsoleto tecnológicamente o que su valor se haya reducido con el paso del tiempo. Buscar un comprador no suele ser una tarea fácil, pero con el internet, podemos hacer uso de lugares de subastas como ebay (www.ebay.com) o algún otro que nos harán más fácil la comercialización de nuestros productos.
Ningún cambio es pequeño cuando se trata de tener unas finanzas saludables.