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"Análisis de campañas". 23 de abril de 2012.

A 23 días de haber iniciado formalmente a las campañas presidenciales, ya podemos encontrar en las redes un sinnúmero de análisis sobre las mismas: encuestas de opinión, sobre comunicación corporal, de contenido, sobre sus discursos, etc. Sería interesante que como ciudadanos, dispongamos de tiempo para poder acceder a cada uno de estos análisis y con ello poder tomar una mejor decisión a la hora de votar.

Las encuestas de opinión son un buen termómetro para saber lo que el ciudadano está pensando.  Son la “fotografía” que se toma momento a momento sobre la opinión de los electores.  Sin embargo, considero que al ser la “foto de un momento”, hay que tener cuidado al hacer generalizaciones definitivas. Lo interesante sería en cualquier caso, determinar el porcentaje de indecisos y no quién va ganando, pues es este porcentaje de mexicanos los que podrían hacer que al final existiera una diferencia significativa entre uno u otro candidato. Por cierto, con respecto al desprestigio que en su momento sufrieron las agencias de investigación de mercados, después del desagradable rumor que se corriera sobre que en las encuestas iba adelante el candidato del partido que las pagaba, ya la AMAI (Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública A.C. www.amai.com), se está encargando de lavar la ofensa.  Así las cosas, esta Asociación, hoy más que nunca, crea y promueve  un Código de Ética para la investigación de mercados y la opinión pública en México, y pide a sus afiliados una certificación de calidad como requisito de ingreso y permanencia en la asociación. De hecho, si requiere una información completa y actualizada sobre encuestas electorales, puede consultar la página que reúne todas las actualizaciones al respecto: http://www.opinamexico.org/

En cuanto a los mensajes de Twitter de los cuatro candidatos, no hay mucho que analizar pues todo es miel sobre hojuelas: saludos desde los lugares en los que se encuentran, agradecimientos a quienes los recibieron en los “maravillosos” estados que visitaron,  retweets de sus seguidores (los que hablan bien de ellos) y lo que todos queremos escuchar: más educación, disminución de la pobreza, más infraestructura carretera, productividad, seguridad, compromiso, becas, elevación del nivel de vida de las familias, adiós al crimen, a la corrupción y a la impunidad, etc. Si es usuario de Twitter, le recomiendo no perderse en los famosos #hashtags, pues aunque son un buen instrumento para ver lo que las personas están pensando u opinando, se perdería en un mar de opiniones que muchas veces carecen de profundidad o análisis.

Sobre las páginas de internet de cada candidato, el hecho de utilizarlas adecuadamente puede dar un gran sentido a la campaña de cada candidato, así como a los ciudadanos, pues debería contener información relevante que se desea que se conozca. Los invito a que den un recorrido por las páginas de los cuatro candidatos y analicen las propuestas con las que se presentan ante ustedes: Gabriel Cuadri: http://www.nuevaalianza.mx/; Andrés Manuel López Obrador: http://www.amlo.org.mx, Josefina Vázquez Mota: http://josefina.mx y Enrique Peña Nieto: http://enriquepenanieto.com.

Reflexionar sobre lo que más nos está llamando la atención de una campaña, puede ayudarnos a saber si estamos haciendo un análisis justo de ellos o nos estamos dejar sólo por los temas que nos impone la agenda de los medios.

"El futuro del libro". 16 de abril de 2012.


Hace 16 años, Geoffrey Nunberg compilaba el libro que llevaba el nombre que hoy lleva esta columna. Con un epílogo escrito por Umberto Eco, 11 expertos debatían capítulo a capítulo sobre si las bibliotecas, los libros impresos, las librerías y las editoriales tradicionales serían sustituidas por instituciones y documentos electrónicos.

Hoy en día, el futuro del libro no es más un debate. A diferencia de lo que ellos predecían hace más de 15 años, actualmente somos testigos de su proceso de transformación. Gracias a los nuevos diseños en cuanto a dispositivos electrónicos, ya no será necesario hacer impresiones de libros y revistas. Aunado a lo anterior, el interés por preservar el medio ambiente y disminuir el aumento de los desechos sólidos, hará que las impresiones de los libros disminuyan tanto que estén a punto de la extinción. Sin embargo, considero que el libro no desaparecerá tan fácilmente. Sí disminuirá su disponibilidad, pero el libro impreso seguirá existiendo. Cada ejemplar será valiosamente cuidado, digno de ser adquirido y conservado, debido a su escasez. Muchas de estas reliquias formarán parte de los museos o serán elaboradas para rendir homenaje a ciertos autores o conocimientos. Eso sí, serán ya pocos los ejemplares que veamos y muchas menos las editoriales que existan. Aunado a lo anterior, habremos muchos que pagaremos por la “experiencia” de hojear un libro, sostenerlo en nuestras manos y oler la tinta sobre el papel.

Hace unos días recibí la carta del editor en jefe de una de las revistas a la que estoy suscrita. En esta carta nos comentaba a todos que muy pronto pasarían de ser una revista impresa a una electrónica y que en esta edición empezaríamos a ver los cambios, el futuro. Y en efecto, habían hecho muchos cambios, y lo que me encontré ya no fueron reportajes de dos o tres páginas, sino síntesis de noticias. Una serie de notas, alrededor de 10 por página, de lo último en los negocios. ¿Será que además de que hemos perdido el interés en el conocimiento, tampoco tenemos tiempo de leer?, o más bien será que nos están mal interpretando y no es esto lo que muchos lectores estamos deseando encontrar en los “nuevos formatos”. Muchos de nosotros todavía queremos hacer nuestras propias conclusiones después de leer un reportaje o una entrevista y creo que se nos está quitando ese derecho.

Desgraciadamente, tanto libros como revistas, no sólo está sufriendo una transformación en cuanto a su formato, sino también en cuanto a sus contenidos. Y es que muchos libros y revistas están pasando a ser más imágenes que texto, más síntesis que análisis, más concreción que reflexión. Y no es que piense que tener imágenes y ser concretos sea malo; al contrario, gracias a la concreción, muchas más personas pueden tener ahora acceso al conocimiento y asimilar más rápidamente este cúmulo de información. Sin embargo, no hay que perder de vista que antes los libros nos hacían imaginar, inventar una imagen en nuestra mente; ahora ya tenemos la imagen junto al texto, y no hay nada que crear. También nos hacían reflexionar; ahora, la reflexión ya está hecha, alguien más la hizo por nosotros. Ya no hay qué razonar.

Considero que los contenidos de libros, revistas y periódicos, sin importar el formato en que estén elaborados, deberían seguirnos ayudando a imaginar, a reflexionar, a razonar. Nadie debería impedirnos disfrutar de esa experiencia.

"Cómo ser consumidor y ciudadano sin morir en el intento". Participación en la Revista Líder Puebla del mes de Abril 2012 con la Columna "De Consumo y Ciudadanía"

Primero que nada, quiero agradecer a la Revista Líder por la invitación para escribir este espacio. Espero que mis aportaciones les ayuden a ustedes lectores a tener una visión diferente sobre el consumo y la ciudadanía. Es por eso que, ante el inicio oficial de las campañas políticas para la elección presidencial del 1º de Julio, mes con mes les daré mi punto de vista sobre este importante periodo desde una óptica un tanto mercadológica pues  considero que el votar por uno u otro partido significará finalmente la “compra” de un producto: idea, partido o candidato político.

Hace no mucho tiempo, las palabras ciudadano y consumidor, estaban separadas y se pensaba que no podían estar ligadas. Un consumidor es alguien que consume, adquiere, utiliza o disfruta de algún tipo de bien o servicio que recibe de quien lo produce, en este caso los partidos políticos. Hoy en día, con el uso de la mercadotecnia, la persuasión ideológica, las encuestas de marketing, el conocimiento profundo de los diferentes segmentos de consumidores (ciudadanos), la investigación de mercados, los diseños de imagen, las declaraciones políticas en la televisión, la radio, y en general los diferentes medios de comunicación, hacen que se nos dé un trato de consumidores más que de ciudadanos. Por otro lado, antes se consideraba a un ciudadano como aquél que votaba y actuaba con respecto a las cuestiones públicas por una convicción individual, razonada y con pleno conocimiento de sus derechos. Sin embargo, hoy en día, la mercadotecnia está en todas partes y en el caso de las campañas políticas, éstas se diseñan de manera estratégica por parte de los partidos para que los compradores (ciudadanos) elijan su producto porque satisface mejor sus necesidades.

Sin embargo, como ciudadanos, tenemos capacidades jurídicas para ejercer nuestros derechos políticos, formamos parte no sólo de una ciudad, sino de un estado y un país, es por eso que ya sea que nos consideremos consumidores o ciudadanos, tenemos la obligación de hacer una elección pensada de quien hará que el rumbo de nuestro país mejore o empeore. En este sentido, ésta y mis próximas aportaciones tienen el objetivo de que ustedes sean más analíticos a la hora de elegir a la persona que nos dirigirá durante los próximos 6 años.  Adquisición por demás relevante si consideramos que la elección que realicemos no la podremos devolver o cambiar como lo podríamos hacer con cualquier otro producto; y lo que es peor, cambiará de manera importante nuestra vida, la de nuestras familias y la de nuestro país.  Por otro lado, también es necesario aclarar que no daré una opinión sobre quién es el mejor o el peor candidato, o sobre cual es o no la mejor campaña, pues se trata de que cada uno de ustedes ejerzan su derecho de manera razonada.

Como cualquier producto, habrá que analizar muy bien las propuestas, sus ventajas y desventajas, cuáles son los beneficios que obtendremos, hacer una comparaciones entre los diferentes candidatos y propuestas para saber quién es el que satisface mejor nuestras necesidades como habitantes de este país. Desgraciadamente, esta primera aportación está saliendo el día 1º de abril, día en que se iniciaron oficialmente las campañas nacionales para la elección presidencial del 1º de julio de 2012; dos días después de que se levantara el periodo de restricciones legales relacionado con la propaganda política y periodo en el cual no fue posible tener información oficial sobre las propuestas de los candidatos y su campaña política. Sin embargo, es posible hacer algunas propuestas referentes a lo que sería importante analizar durante estos meses:

1.      ¿El candidato o candidata conoce los problemas que aquejan a mi comunidad?. El país es muy grande y los estratos socioeconómicos, muy diferentes entre sí en cuanto a los problemas que les aquejan. Quien quiera dirigir las riendas de nuestro país debería conocer a la perfección cómo piensan y se comportan sus ciudadanos tanto en lo general como en lo particular (regiones, estados), sus debilidades, problemas y fortalezas. Esto lo podremos saber en las visitas que realicen a nuestros estados, con las declaraciones y discursos que nos dirijan, pues deberán hacer mención de estos problemas, así como de las propuestas de mejora y desarrollo.



2.      ¿Las propuestas responden al “cómo” y no sólo al “qué”?. Los problemas que tiene nuestro país y los que vivimos día a día cada uno de nosotros ya los conocemos: pobreza, desempleo, impunidad, delincuencia, educación, etc. Si un candidato menciona que terminará con la pobreza o la delincuencia, está atendiendo dos graves problemas (el qué) pero no nos está diciendo cómo lo va a hacer. Hay que poner atención en el “cómo” más que en el “qué”, pues el hecho de que se tenga una estrategia definida de cómo se van a solucionar los problemas habla de un análisis y organización previa. Al conocerlos, tenemos la oportunidad de analizar si lo que lo que se está proponiendo es factible o no. Cualquiera de nosotros puede salir a decir que va a terminar con los problemas más fuertes que estamos sufriendo, pero el cómo hace la diferencia, los argumentos deberán ser de calidad y deberán estar fundamentados en cifras y/o estrategias viables.



3.      ¿Cuál es la trayectoria del candidato?. La preparación del candidato es de suma importancia, pero también lo es su historia personal, lo que ha hecho con anterioridad, los puestos que ha ocupado, el desempeño que ha tenido en ellos, etc. Lo anterior habla de la manera en que la persona se ha formado, de lo que le interesa, de su temperamento, de los obstáculos que ha tenido que sortear y de qué manera lo ha hecho. Aunque esto pareciera ser poco relevante, no hay que olvidar que esta persona será quien nos represente frente a los mandatarios de los demás países y que sus estrategias de negociación, el manejo de su temperamento, preparación y su habilidad para realizar alianzas será fundamental para nuestro país.

Por último, le recomiendo ampliamente mantenerse más informado de lo habitual durante este periodo de campaña. Sé que todos tenemos múltiples ocupaciones y que a veces es casi imposible dedicar un tiempo del día a mantenerse informado. Haga un esfuerzo y no sólo consulte un medio de comunicación, diversifique sus opciones y dese la oportunidad de poder hacer comparaciones entre los candidatos y de sacar sus propias conclusiones mediante la información que recabe de las diferentes fuentes, tanto nacionales como internacionales. Para poder realizar lo anterior, tendrá que exponerse a más de un medio de comunicación y a diferentes formatos. Al final, el esfuerzo habrá valido la pena porque se sentirá más seguro de su elección cuando esté frente a las urnas.

"Interpretaciones y cambio". 09 de abril de 2012.


Hace dos días mi hermana me compartió información sobre Timothy Wilson, el autor del libro “Redirección: la sorprendente nueva ciencia del cambio psicológico”. Investigando más a fondo sobre este investigador y  sus aportaciones al estudio de la psicología, encontré que la base de sus descubrimientos está en las interpretaciones que cada uno de nosotros hace sobre el mundo, las cosas que nos rodean, lo que nos pasa a diario y las personas con las que nos relacionamos. Estas interpretaciones hacen que nos comportemos de determinada manera y que a la larga estos comportamientos se conviertan en hábitos que difícilmente podremos romper.

Según este investigador, muchos de los problemas que actualmente enfrentamos en el mundo se podrían solucionar si se cambiaran las interpretaciones que se tienen y que se han ido aprendiendo de generación en generación sobre el mundo y las relaciones humanas. De esta manera, el racismo, la violencia intrafamiliar, la delincuencia o los pensamientos que día a día tenemos, se podrían cambiar haciendo reinterpretaciones de lo que pensamos. A este proceso, Wilson le llama “editar la historia” (editing history).  En vez de tener historias o interpretaciones que nos hagan comportarnos de manera negativa, deberíamos buscar interpretaciones o historias que hicieran comportarnos de manera positiva.

Por ejemplo, para un alumno de primer semestre que siente que la universidad es muy difícil y que lo mejor es renunciar porque piensa que después de reprobar dos materias no podrá terminar la carrera, el hecho de saber que otros compañeros que ya están en el semestre final tuvieron el mismo conflicto en sus inicios, le hará cambiar esta historia de fracaso por una más esperanzadora. Como consecuencia, re-editar esta historia negativa por otra de corte más positivo, le hará tener más confianza en sí mismo y seguir estudiando hasta terminar la carrera como lo hicieron otros compañeros que ya estuvieron en su lugar.

Así las cosas, me parece importante considerar, en el ámbito de la comunicación, que es posible cambiar las historias que como mexicanos tenemos tan arraigadas sobre algunos aspectos tales como la violencia intrafamiliar, la educación, la discriminación o cómo debemos comportarnos como ciudadanos mexicanos. A propósito de lo anterior, sería interesante preguntarnos cuál es la interpretación que hacemos en nuestra mente sobre la política, o las campañas electorales. Qué pensamos cuando tiramos basura en la calle, cuando dañamos nuestro patrimonio cultural o cuando pensamos que determinada persona es mejor que nosotros por el simple hecho de ser europeo o norteamericano.

Este es un tema que bien manejado en publicidad, podría ayudarnos a dar un giro a lo que pensamos sobre nosotros como mexicanos y sobre nuestro país. Lo principal sería preguntarnos si estamos orgullosos de ser mexicanos o no y por qué. Una vez teniendo la respuesta, podríamos cambiar la historia por una buena para después cambiar los comportamientos negativos, por unos positivos que con el tiempo se conviertan en  hábitos que contribuyan a mejorar nuestro país.

Identificar “la historia” o las interpretaciones que hacemos cuando nos comportamos de manera negativa,  requiere de un sincero autoanálisis si es que se quiere hacer un cambio en nuestros comportamientos y hábitos.

Buen inicio de semana para todos y regreso de vacaciones para muchos.

"Los medios públicos". 02 de abril de 2012.

El pasado 29 de marzo se llevó a cabo el Tercer Foro de Medios Públicos organizado por la Agencia de Noticias Inter Press Service  (IPS) con apoyo del Banco Mundial, en El Salvador. Este foro buscaba poner en la mesa de debate el papel de los medios públicos a la luz de la democracia en los países en donde se encuentran.
Lejos de ser una falacia, los medios públicos pueden ser una realidad incluyente para aquellos que no encuentran un foro para expresar sus ideas. Sin embargo, la pregunta no es si deberían existir o no, o si las personas pudieran expresarse mediante estos medios al alcance de cualquier público. Más bien, al leer sobre el foro la pregunta que me vino de inmediato a la mente es ¿quién sería el público que consumiría estas comunicaciones, o quién es el público que actualmente las consume?. Y es que considero que ya el Internet es un medio público pues cualquiera puede escribir un blog, tener un twitter, accesar a cualquier otra red social y conseguir seguidores contando chistes o hablando de cosas “serias” si se lo prefiere.
 Pero ¿qué le interesa en este caso al mexicano?, ¿cuáles son las comunicaciones que consume?. Tal vez la respuesta sería tan fácil como, “lo que más le guste”. Efectivamente, y lo que más le guste tal vez no sea lo que le deba interesar. Todo lo anterior viene a colación porque leí en Facebook uno de tantos mensajes que la gente pone sin pensar (quisiera que así fuera), que decía: “…que horror ya sueño los comerciales del IFE y ahora empiezan las campañas políticas presidenciales, que flojera!!!...”
Desgraciadamente, muchas personas piensan como la que hizo el comentario anterior. Entonces, de qué sirve tener medios de comunicación públicos e incluyentes para la democratización, mediante una comunicación “plural” si no se van a consumir. Estos medios terminarán buscando escuchas o lectores ofreciendo al final de cuentas productos comerciales al gusto de los públicos a los que deseen llegar para lograr el mantenimiento de dichos espacios de comunicación.
La queja de aquellos que se comunican mediante los medios públicos es que sus opiniones no son tomadas en cuenta por los medios públicos de sus países, que estos medios deberían concebirse como servicios sociales generadores de valores democráticos y que deberían estar al servicio público. Sin embargo, considero que no son foros los que hacen falta, sino el interés por parte de los ciudadanos o posibles consumidores de estos medios,  por  mantenerse informados y ser agentes de cambio dentro de la sociedad.
Habiendo tantos medios de comunicación y tantas facilidades para su acceso, no podemos mantenernos ajenos a las cuestiones que nos atañen a todos y cada uno de los habitantes de este planeta, país y estado. Como ciudadanos, tenemos la responsabilidad de mantenernos informados y de exigir a los medios de comunicación que en sus mensajes se privilegie la veracidad de la información. Mantenernos ajenos a lo que pasa a nuestro alrededor es negarnos el derecho y la posibilidad de ser partícipes de una mejora para nuestro país.
Es una tristeza que cualquier ciudadano se exprese así de un proceso tan importante como las elecciones presidenciales.  Hoy más que antes tenemos la posibilidad de acceder a diferentes medios de comunicación y de obtener las más variadas informaciones desde cualquier parte del mundo y hay que aprovecharlas.

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