Los Juegos Olímpicos son una excelente oportunidad para
cualquier marca de ser asociada con los más fuertes, los más rápidos … los
mejores del mundo. Las olimpiadas son
una época que cualquier marca podría utilizar para hacer una campaña de sus
productos. Al ser una celebración mundial, con un culto a la excelencia y en
donde participan atletas hombres y mujeres de todos los países, se proyecta un
sentimiento de integridad, paz, amistad y esfuerzo, del que cualquier producto podría
verse favorecido.
Dotados de juventud, éxito, admiración, fama y al ser el
foco de atención de todo el mundo, los mejores deportistas serán quienes tengan
más oportunidades de conseguir las exclusivas publicitarias de las empresas de
mayor renombre. Las marcas, al conseguir a los ganadores, le dicen al público:
él (o ella) nos valida, nos consume, nos prefiere, lo cual significa que lo
merecemos, porque él (o ella) es alguien valioso y digno de credibilidad. Si la
marca atina a asociarse con un atleta que ganará el oro, sus inversiones en
mercadotecnia serán altamente redituables. Es una apuesta que no se puede
perder. Asociarse con un deportista que difícilmente obtendrá un primer o
segundo lugar (poco deseable) no tiene lugar en la apuesta por dejar huella
como marca en la mente de los consumidores en esta temporada tan importante.
Además de los instrumentos tradicionales como la televisión
y la publicidad impresa, las redes sociales, tanto de las empresas, como de los
deportistas, están siendo usadas para lograr un impacto mayor entre los
consumidores más jóvenes y usuarios de estos medios de comunicación. Una de
estas empresas es Procter & Gamble, quien se ha asociado con cerca de 150
competidores para promocionar sus marcas vía Facebook, YouTube y Twitter. Para
llegar a los segmentos no tan jóvenes y usuarios de medios de comunicación
mucho más tradicionales como la televisión, se han usado a los padres de los
deportistas participantes, quienes han hecho comerciales de televisión para
demostrar la importancia de ser un buen padre, que usa los mejores productos
para criar a sus hijos de manera tal que puedan llegar a ser competidores
olímpicos y si la suerte está de lado de la marca, ganadores de una medalla de
oro.
Cualquiera que sea el medio que escoja una marca para hacer
su publicidad y tener contacto con los consumidores, debe hacer una cuidadosa
selección tanto del segmento del mercado, los medios que éstos utilizan para
estar en contacto, así como del mensaje que será enviado. Al tener estos tres
ingredientes perfectamente bien identificados, se puede hacer una publicidad
que no sólo invite a comprar el producto, sino que haga que la marca sea recordada
por aspectos emocionales mucho más fuertes que simplemente solicitar la
adquisición de sus productos.
Para los amantes de la mercadotecnia, les sugiero hacer un
cuidadoso análisis de los comerciales y de las marcas patrocinadoras de estos
Juegos Olímpicos. Estamos ante un derroche de innovación y estrategia que no
nos podemos perder.