Este
viernes pasado, fui invitada a impartir una conferencia en la Universidad Autónoma
de Nuevo León. Dentro del Congreso Internacional de Ingeniería y Química Verde,
el tema de interés para la comercialización de productos, servicios y procesos
derivados de la Ingeniería Industrial, Biotecnología y Química, fue el consumo
sustentable. El tópico causó gran interés y los jóvenes se sintieron
entusiasmados de poder ver las diferentes opciones para promover los nuevos
productos que se están desarrollando actualmente en este campo.
El Consumo
Sustentable fue definido como el uso de bienes y servicios que responden a necesidades
básicas, proporcionan una mejor calidad de vida, minimizan el uso de recursos
naturales, materiales tóxicos y emisiones de desperdicios y contaminantes
durante todo el ciclo de vida, de manera que no se ponen en riesgo las
necesidades de futuras generaciones. Desde 1994, el tema, ya se proponía como un
reto clave para lograr un desarrollo sustentable dentro del Simposio de Oslo en
1994.
La
sustentabilidad enfrenta el enorme reto de la conciencia, la educación y sobre
todo, la acción de los individuos para conseguir un verdadero cuidado
ambiental. Sin embargo, ya son varios los esfuerzos que se están haciendo dentro
de las diferentes empresas. Para sorpresa de muchos, la industria del lujo ha
demostrado tener una mayor organización al respecto y ya lleva un buen camino recorrido. Bajo el
lema de la sustentabilidad, estas empresas se han dado a la tarea de contribuir con este tema, impactando en la comunidad y en las interacciones que se
generan alrededor de la producción y comercialización de artículos de lujo,
cooperando para crear riqueza en la sociedad y de esta manera preservar el
medio ambiente y los recursos naturales escasos. Entre las actividades más sobresalientes están
las acciones individuales como dejar de manufacturar joyas con coral para
evitar la destrucción de este elemento natural; evitar el uso de pieles de
animales para la manufactura de diversos artículos y alentando el uso de fibras
naturales o materiales reciclados para la elaboración de sus productos.
Además, las
empresas de lujo se han asociado con otras industrias u organizaciones con
fines o no de lucro, con el objeto de unir esfuerzos para transformarse en
compañías sustentables en el más amplio sentido de la palabra. De esta manera,
tenemos que esta industria se somete a auditorías, participa en concursos, se
certifica y realiza acciones de apoyo a las comunidades de escasos recursos. Entre los organismos más importantes con los
que se han relacionado están el Centro de Estudios para el Lujo Sustentable,
que asiste a las empresas en la transformación hacia la sustentabilidad, la
World Wildlife Fund que realiza el informe Deeper Luxury para identificar a las
marcas más sustentables, PETA, el Programa de Moda Ética del Centro
Internacional de Comercio de las Naciones Unidas, la organización Oro Verde de
Colombia, etc.
Si bien es
cierto que el costo de las acciones de sustentabilidad que realizan estas
empresas lo termina pagando el consumidor al comprar estos productos de altos
precios, también es cierto que el nivel de organización que han alcanzado al
respecto, es de destacarse. Esperemos que en el futuro tengamos más industrias
que se unan para lograr la sustentabilidad en sus diferentes áreas.