La estevia (o stevia) es una planta de hojas dulces nativa
de América del Sur y América Central. El “aditivo” o edulcorante “natural” llamado
estevia se fabrica con estas hojas y es un producto que se está empezando a
expandir a nivel mundial, muy a pesar de las marcas de aditivos químicos que
tienen más tiempo en el mercado.
Por ser un sustituto del azúcar aún poco conocido, su
uso está causando controversia. Los productores de los edulcorantes ya
establecidos como acesulfame y aspartame, tienen los ojos puestos en este
producto, por su relativa “naturalidad”, aspecto que lo hace un competidor
demasiado fuerte para los sustitutos artificiales que ya se manejan ampliamente
en el mercado mundial. Sin embargo, según Euromonitor Internacional, esta
“naturalidad” y la preferencia del mercado por este hecho, ha dado como
resultado que en Europa Occidental se le clasifique hoy en día como un aditivo
al que no se le puede llamar natural pues al tratar la hoja para extraer los glicósidos de esteviol (steviol
glycosides, en inglés) se usan
solventes y resinas de intercambio iónico, lo cual hace que pierda su nombre de
“natural”, aunque su materia prima principal no se produzca de manera
artificial.
Veamos cómo están constituidos algunos de los otros
edulcorantes para entender un poco la competencia que estevia representa por
ser un producto de origen natural. El aspartame está compuesto por dos
aminoácidos, la fenilalanina y el ácido aspártico más metanol. La sacarina (O-sulfamida benzoica) es el primer
edulcorante acalórico que se descubrió y es un derivado del alquitrán y frecuentemente aparece mezclado con
ciclamato, con el fin de potenciar su sabor. La sucralosa
(o aditivo E-955)
viene del azúcar, se deriva de la
sacarosa y se obtiene mediante un proceso en el que se sustituyen
selectivamente tres grupos hidroxilo por tres átomos de cloro. El acesulfame-K o acesulfame potásico es 200 veces más
dulce que el azúcar, es el derivado potásico de los ácido acetoacético (ace)
y sulfámico (sulfame) y por su estructura se parece a la sacarina.
Además de sus características químicas, los
edulcorantes artificiales descritos con anterioridad han estado envueltos en la
controversia pues se ha insinuado que su consumo podría afectar la salud de los
consumidores. Como vemos, a pesar de que en su proceso de extracción, la estevia
conlleve un proceso químico, la materia prima de la que se obtiene el producto
es una planta, lo cual no sucede con los otros edulcorantes. Es precisamente
esta característica lo que la hace un producto más atractivo para aquellos que
cuidan su salud y también un producto que puede terminar por completo con la
comercialización de los edulcorantes “artificiales” conocidos hasta ahora.
Dado que la tendencia actual es a consumir productos
más naturales e incluso volver a los básicos a la hora de curar algunas
enfermedades, las plantas medicinales y los productos naturales están ganando
terreno ante los productos químicos, ya antes considerados milagrosos. Las
personas prefieren hoy en día esperar un
poco más para curar sus enfermedades y al mismo tiempo cuidar su salud y el
organismo, evitando consumir productos químicos. En el terreno de los sustitutos para el azúcar, estevia tiene
las de ganar. Las empresas competidoras lo saben y no dejarán que estevia
despunte.
Veremos qué pasa en los siguientes años con este
producto.