Recién
había llegado a Alemania y conociendo mi profesión, me preguntaban: ¿ya conoces
Aldi?, ¿qué opinas?. En ese momento, no podía emitir una opinión; en realidad,
en México nunca había escuchado hablar de este supermercado. Con un poco más
tiempo para investigar y asistir al citado lugar, puedo decir que Aldi es una
experiencia.
La cadena alemana
de supermercados a precios bajos, fue fundada en 1913 por Karl y Theo Albrecht
en Essen, Alemania. Después de la Segunda Guerra mundial, transformaron la
pequeña miscelánea de su madre en una tienda de descuento. Albrechts Discount,
tenía 13 tiendas en 1950 y para 1960 ya habían llegado a 300. En 1961 los
hermanos separan la compañía en Norte y Sur y el nombre Aldi se introdujo más
tarde, tomando solamente las primeras dos letras del nombre anterior. Hoy en
día, la empresa tiene presencia en cerca de 17 países y es sinónimo de calidad.
Aldi Sur tiene alrededor de 4504
tiendas y la parte Norte unas 4981, más
las 367 tiendas Trader Joe´s que esta última compró recientemente en Estados
Unidos. Aunque por años no se supo casi nada de los hermanos después del secuestro
de Theo en 1971, es bien sabido por la revista Forbes, que Karl es considerado
el hombre más rico de Alemania con una fortuna valuada en unos $25.4 billones
de dólares y es el billonario número 10 de la famosa lista. Aunque Theo murió
en 2010, la parte de su negocio sigue cosechando éxitos, pues sus herederos Belthold
y Theo Jr. Albrecht poseen una fortuna de
unos 17.8 billones de dólares, según la misma
revista.
El modelo instaurado
por los hermanos desde un inicio y que reside hasta nuestros días, consiste en
la austeridad y principalmente, en ofrecer productos de calidad a bajos precios.
Para mantener estos precios, se deshicieron de todo gasto innecesario como la
música, la decoración, el equipo, el personal e incluso la publicidad. A
diferencia de otras cadenas, las ganancias de este supermercado se obtienen por
el volumen de ventas. En 1946 los Albrecht ofrecían a sus clientes una canasta
básica de productos de primera necesidad y principalmente alimentos; sin
embargo, hoy en día es posible encontrar comida gourmet y algunos otros artículos que
atraen a una clientela más diversa, como aparatos electrodomésticos, plantas y
textiles, los cuales también se ofrecen de la mejor calidad. De hecho, la
empresa mantiene estos estándares poniéndose a prueba constantemente mediante
la evaluación de institutos y laboratorios que velan por los intereses de los
consumidores.
La mala
noticia es que debido a esta austeridad, no se cuenta con suficientes cajeros y
ninguna persona atiende en los pasillos, a veces los productos están fuera de
sus cajas y se puede observar desorden en las tiendas. De hecho, estas son
algunas de las quejas de los consumidores, quienes además tienen que aguantar
que sus productos sean maltratados en las cajas por la gran velocidad a la que
la cajera los checa y los avienta para poder atender al próximo cliente que ha
estado haciendo fila detrás de unas 5 o 6 personas más.
Sin embargo,
la gente sigue comprando; sin duda, este es uno de los casos en los que el
servicio pasa a un tercer plano cuando la calidad y los precios bajos tienen
una mayor importancia. Aunque sus competidores no han encontrado la fórmula
para superar a Aldi, tal vez muy pronto reparen en que el servicio puede ser un
arma que no han sabido utilizar.
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