Hace apenas unos días me encontré con un
artículo muy interesante de Alfonso de los Reyes en Euromonitor Internacional.
En este artículo, el analista propone algunas causas por las cuales se ha
incrementado el sobrepeso en Latinoamérica.
Según este analista, la obesidad creció un 99%
en esta región en tan sólo 17 años. Así, el pasado 2012 el 61.95% de los
Latinoamericanos tenían algún grado de sobrepeso. En México, específicamente, el
75.1% tenía algún grado de obesidad y el 36.9% eran obesos. Comparado con otros
países de Latinoamérica, México ocupa el primer lugar, en este sentido, seguido
por Venezuela y Bolivia.
Según de los Reyes, algunos de los factores
que han causado este crecimiento, han sido el incremento económico de la
región, así como el aumento de cadenas de comida rápida en los distintos países.
Sin embargo, si bien es cierto que es posible encontrar lugares en donde la
comida tiene un precio accesible, también es cierto que muchas personas no
saben cuánta comida o porciones son suficientes para su cuerpo, edad y
estatura.
Acertadamente, este analista indica que muchos
latinoamericanos no leen las etiquetas de los alimentos para informarse de su
valor nutricional. Sin embargo, yo me preguntaría: ¿sabe el mexicano o el
latinoamericano, cuántas calorías debe consumir según su estatura, peso y
edad?. Si entramos a cualquier restaurante de comida rápida veremos a varias
personas de diferentes edades, pesos y estaturas, comiendo la misma
hamburguesa. ¿Cuánto es suficiente para nuestro cuerpo?. Creo que el principal
problema es que no sabemos cuánto es suficiente para nuestro cuerpo, cuántas
verduras, cuántas frutas, cuántos carbohidratos, cuántas proteínas.
Generalmente llegamos a un restaurante y nos encontramos con unas porciones
bastante generosas, lo cual es bueno para nuestro bolsillo; sin embargo, si
sabemos más o menos cuánto es suficiente para nosotros, surge el dilema si
debemos comerlo todo, dejarlo en el plato (tirar la comida), o “pedirlo para
llevar”. Práctica, esta última, que en algunos segmentos de la población está
totalmente estigmatizada por considerarse “de mal gusto”.
Si bien es importante describir todos los
elementos que contienen los productos en el empaque, así como su valor
nutricional, si no sabemos qué debemos comer y cuánto, de poco sirve. La verdad
es que hablar de obesidad, y sobre todo en Latinoamérica no es un tema fácil; y
según este analista, el futuro de la obesidad en Latinoamérica se vislumbra un
tanto negativo, pues se espera que para el 2017 el número de obesos se
incremente en un 17% en la población mayor a los 15 años, lo cual representa
que para este mismo año, el 68% de la población latinoamericana tendrá algún
grado de sobrepeso.
Los gobiernos ya están tomando algunas medidas
para revertir la obesidad en algunos países; sin embargo, creo que dentro de
cada familia y sobre todo, cada individuo en particular, tendría que hacer
esfuerzos para lograr una alimentación más saludable y equilibrada,
informándose más sobre lo que su cuerpo necesita. La costumbre de “pedir para
llevar” no debería verse estigmatizada y los restaurantes podrían ofrecer esta
opción a sus comensales, como una manera de interesarse también por su
bienestar. Algunos restaurantes de comida rápida han incluido a las ensaladas
como una opción saludable, pero se podrían hacer más cosas.
A veces, es en las crisis en donde florecen
las mejores ideas. Creo que esta es una oportunidad para muchos emprendedores
de ofrecer productos y servicios relacionados con la nutrición, que ayuden a
las personas a mantenerse saludables y en forma, sin que estos servicios se
encasillen como servicios destinados únicamente a bajar de peso. Es necesario
que existan restaurantes especializados, en donde se ofrezcan comidas
balanceadas y personalizadas para los clientes que se preocupan por su salud. Es
tiempo que aquellas personas interesadas por su salud y nutrición sea vista
como una persona responsable e inteligente y no como alguien vanidosa, que sólo
se preocupa por su imagen o que busca bajar de peso.
Esperemos que estos datos tan preocupantes sobre
el incremento de la obesidad no se cumplan y que en el futuro próximo
encontremos diferentes opciones para mejorar nuestra alimentación.