Si
bien es cierto que realizar pagos por Internet causa miedo e incertidumbre a
algunos consumidores, las estrategias que tanto empresas como bancos realicen
para que la seguridad sea una constante, son fundamentales para que finalmente
estos procesos sean una realidad en los diferentes países. Además, un servicio
postal seguro es una herramienta indispensable para el proceso de venta y
entrega de las mercancías que se compran vía Internet.
Según
Euromonitor Internacional, es en Alemania y en Reino Unido en donde se
concentra la mayor cantidad de compradores online. Los consumidores confían en
los pagos que hacen en Internet y también en que las cosas que compraron
llegarán a su destino. Y es que dependiendo del producto de que se trate, una
compra puede llegar al día siguiente, si es que proviene del mismo país de
destino y dos o tres si viene de otro país que se encuentra dentro de Europa.
A
pesar del aumento del “Showrooming” (visitar las tiendas para probarse la ropa
o zapatos o para ver las cosas físicamente y después comprarlas en Internet),
las personas compran en Internet porque encuentran siempre mejores precios que
en las tiendas. La facilidad con que se pueden comparar precios en la red hace
que los consumidores compren a mejores precios o que incluso aprovechen
“minutos” de rebajas o cupones de descuento que han obtenido con compras
anteriores vía Internet.
Los
compradores están pues totalmente entrenados para poder identificar tanto las
ofertas, como las especificaciones que cada empresa les ofrece en la compra de
sus productos. Por ejemplo, son muy cuidadosos al revisar si es posible
regresar el artículo comprado y si el envío va por cuenta del vendedor y no del
consumidor. Aunque algunas veces se tiene que pagar el costo por el envío, en
Alemania generalmente es posible regresar productos que fueron comprados en el
país, sin cargo alguno, dentro de las 4 semanas siguientes a la fecha en que el
paquete fue recibido. Por esta práctica se entiende que la persona probó el
producto y que no le gustó o que no le quedó. Por supuesto que el producto ya
fue pagado por el consumidor, y en caso de una devolución, el dinero también le
es devuelto al comprador en los próximos días.
Quienes
más disfrutan de hacer este tipo de compras son los hombres, pues se ahorran la
caminata de ir de tienda en tienda comparando precios o buscando lo que
necesitan (algo nada común en ellos, por cierto). Y es que parece mentira, pero
muchas veces, las tiendas no tienen el color o el artículo que los consumidores
están buscando. En Internet es más fácil identificar quién tiene el producto,
quién ofrece el mejor precio y quién ofrece más ventajas para realizar la
compra (envío, cupones, descuentos, regalos, etc.) todo desde la comodidad de
su casa.
Y
aunque la ley avala estos intercambios y ya se han elaborado diferentes leyes
para proteger tanto al consumidor, como a las empresas, nada es perfecto y siempre
existen excepciones a la regla.
En
el futuro, las estrategias por parte de las empresas en cuanto a ventas online
serán mucho más sofisticadas y ofrecerán muchos más beneficios para los
consumidores. Mientras tanto, aunque la industria aún se está abriendo camino,
no tendremos mucho que esperar para aprovechar estas ventajas.