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Feliz Navidad. (Primera de dos partes). Periódico Síntesis. 07.12.2015

Fuente: Periódico Síntesis 07.12.2015
No quise dejar pasar este año sin escribir algo estas últimas semanas que nos quedan del 2015. Por causas de fuerza mayor me ausenté de estas páginas por unos meses, pero ya estoy de vuelta, feliz de poder colaborar nuevamente.

Y qué mejor pretexto para escribir, que la época decembrina. Sin duda que a todos les cambia el ánimo pensar en los regalos, los adornos, el ambiente navideño y estar con la familia.
Como me encuentro lejos de México, extraño las posadas, el ponche, las cenas con los amigos y por supuesto que estar con los míos. Pero en Alemania también está mi familia, es mi hogar y tiene mucho que ofrecer. Lo que más se disfruta en esta temporada son los mercados navideños (Weihnachtsmärkte), singulares espacios que se extienden por todo el país y que son el deleite de locales y turistas. A pocas semanas de haber sido abiertos, se puede ver a todos disfrutando del tradicional “Glühwein” (vino caliente con especias), almendras garapiñadas, puestos de artículos decorativos, artesanías y demás atracciones que hacen de estos lugares los preferidos para pasar las tardes y noches de la época decembrina. Aunque son un negocio para los que ahí montan sus puestos, son más una tradición en donde se encuentra uno con los amigos o se asiste en familia, y en donde se compran productos de la región como pan, chocolate, artículos de madera, ropa y por supuesto, comida y bebida.

Aunque la nieve nos visitó unos dos días, desapareció y pronto llegará para quedarse, tal vez hasta abril como el año antepasado. Para ella ya se preparan chicos y grandes. Los deportes de invierno son una actividad que nadie quiere dejar de disfrutar. Por ello es fundamental usar la ropa adecuada, pues como dicen por aquí, “Es gibt kein schlechtes Wetter, es gibt nur unpassende Bekleidung.” (algo así como: no hay clima malo, sólo ropa inadecuada); pero a estas alturas, la ropa de invierno ya no se encuentra en las tiendas. Las compras de chamarras, zapatos, gorros y cuanta cosa se necesita para hacerle frente al frío, se debieron haber hecho en otoño. No digo que uno no encuentre nada de nada, pero no como hace unos tres meses, en donde todavía se podía escoger y había variedad de tallas y colores. Lo que queda ya es muy pero muy poco y es, definitivamente, lo que otros no quisieron. Lo mismo sucede con todos los artículos navideños, que ya se encuentran hasta con un 50% de descuento. Un poco sorprendende, en un país en donde la costumbre marca que el árbol (en la mayoría de los casos natural) se instale en la mañana del 24 de diciembre.

Y si se quiere hacer una cena tradicional con pavo, pato o ganso y “Christstollen”, lo mejor es irse preparando, sin exagerar, con un mes de anticipación; ya sea que el pato o ganso se compre congelado o que se ordene que sea entregado fresco el día en que se necesite. Días antes de la cena navideña estos alimentos ya se encontrarán agotados en la mayor parte de los supermercados; y si existen todavía, se venderán a precios muy elevados. Eso nos pasó el año pasado con el Christstollen, pero de eso les contaré la próxima semana en donde les seguiré compartiendo algunas otras impresiones de la Navidad en Alemania.

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