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"Mercadotecnia de Sostenibilidad". Periódico Síntesis. 23.01.2017

Mercadotecnia y Sostenibilidad parecen dos términos que no pueden estar juntos. Se piensa que mientras la mercadotecnia induce al consumismo, la sostenibilidad aboga por un consumo frenado y responsable, pensando siempre en el bienestar de las siguientes generaciones. Sin embargo, ante la creciente oferta de productos sustentables y/o dedicados al cuidado del medio ambiente, se hace necesaria la ayuda de la mercadotecnia.
Estamos pues ante un camino sin retorno. El cuidado del medio ambiente, el diseño y la oferta de productos sustentables, ya sea de lujo o para el mercado en general, son una realidad. Los empaques sustentables han dejado de ser una alternativa para empezar a ser una obligación, para toda aquella empresa o consumidor que se preocupa por el cuidado del medio ambiente. El consumo, se quiera o no, se está haciendo más responsable, y si bien no se ha generalizado, en algunos sectores, ciudades y países, ya es una realidad.

Ante esta situación, se hace necesario replantear el papel de la mercadotecnia. En el libro “Sustainability Marketing” o “Mercadotecnia de Sostenibilidad”, Frank-Martin Belz y Ken Peattie analizan el rol que sigue jugando el marketing convencional en un espacio económico en donde se piensa que los recursos disponibles son ilimitados y la sociedad de consumo es quien dicta la pauta para el consumo sin control, en donde no importa quién, ni bajo qué circunstancias o a qué precio, produce los productos que se consumen. El libro es una respuesta a lo que está sucediendo en cuanto a desigualdad económica, pues ya con tristeza hemos visto quiénes son realmente los que pagan por los productos que consumimos y cómo esta desigualdad económica ha sido muchas veces ignorada por los consumidores. 

El libro muestra, paso a paso, como los mercadólogos pueden hacer frente a las complejidades de la sustentabilidad analizando prioridades sociales y ambientales para complementar la investigación del consumidor convencional integrando valores sociales, éticos y ambientales en el desarrollo de la estrategia de mercadotecnia. Ofrecen además, una nueva mezcla de mercadotecnia de sustentabilidad orientada al consumidor en sustitución de las 4 P´s orientadas al productor para finalizar con un análisis de cómo la mercadotecnia puede no sólo responder al cambio social que estamos presenciando, sino también cómo puede contribuir a la transformación de una sociedad más sustentable.

Por lo tanto, para aquellos interesados en la mercadotecnia, pero también en cómo se puede transformar la manera en que vivimos, producimos y consumimos, “Sustainability Maketing” es una herramienta para pensar la manera en que Sostenibilidad y Mercadotecnia pueden hacer una diferencia, tanto en la manera en que consumimos, como en la manera en que hacemos Marketing.

"El automóvil eléctrico, la apuesta para el futuro". 16.01.2017. Periódico Síntesis.

Punto de recarga en Braunschweig
En los años venideros, estaremos conectados mediante Internet a todas horas y en cualquier lugar. Los coches no serán la excepción. Eso lo teníamos de alguna manera claro. Los autos autónomos son también una realidad. Sin embargo, lo que no sabíamos a ciencia cierta era si las armadoras de autos apostarían por la electricidad o algún otro tipo de combustible para hacer frente al cuidado del ambiente.


Ahora lo sabemos, el futuro está en los coches eléctricos. Y para muestra, basta un botón: a finales del mes pasado, la marca Volkswagen anunció que su estrategia para el 2025 es convertirse en líder de vehículos eléctricos. Pareciera que la fecha está aún lejana, pero no es así. En los siguientes tres años, la empresa tiene planeada una reestructuración del negocio así como una completa transformación de la cadena de valor.  Para ello, antes del 2018 planea lanzar 14 nuevos modelos, para así llegar al 2020 con una oferta de 40 autos, algunos híbridos y otros completamente eléctricos. Un reto bastante complejo, y no sólo para armadoras como Volkswagen, sino también para los gobiernos. 

Aquí en Alemania, ya se están acelerando las políticas para hacer frente a la nueva oferta de vehículos eléctricos y con el fin de dar un impulso a este sector, en muchas ciudades la recarga eléctrica es gratuita; sin embargo, los puntos de recarga aún son muy pocos. 

e-Station en el Autostadt de Wolfsburg
 Para explicar mejor lo que sucede, pondré un ejemplo con un auto híbrido, el nuevo Passat GTE. A diferencia de e-Golf que puede andar 190km con carga eléctrica, el nuevo Passat GTE puede recorrer únicamente 50km con energía eléctrica; después de agotada la batería, cambia automáticamente a la versión híbrida para usar gasolina como combustible. Si uno cargó el auto cómodamente en su casa y en el camino se agotó la batería, pero se quiere seguir conduciendo con carga eléctrica para evitar así producir emisiones, uno tendría que estacionarse inmediatamente en algún lugar en donde existiera una estación de recarga. Desgraciadamente, nada más en Wolfsburg, cuna de VW y en donde se encuentra la armadora, existen (según www.chargemap.com) únicamente 18 estaciones de recarga que no siempre están en los lugares a los que nos dirigimos. Punto importante, pues la recarga eléctrica toma horas y no minutos, como la recarga de gasolina. Además, muchas de estas estaciones se encuentran ubicadas en los lugares más frecuentados, el centro, el teatro, centros comerciales o zonas turísticas; por lo mismo, casi siempre están ocupadas y son muy pocas estaciones para la cantidad de autos eléctricos que ya existen.

Por ello considero que un reto importante es contar con más columnas de recarga. Y si de pedir se trata, también sería bueno que la recarga se pudiera hacer “wireless”. Y es que algunas veces hay que llevar su propio cable para cargar el auto y durante el tiempo de recarga, éste se queda en el piso y como es de esperar, se moja o se ensucia “de lo que haya en el piso”, y  al terminar hay que enrollar el cable y empacarlo nuevamente en la cajuela. Total que el enrollado y desenrrollado del cable es una experiencia que a nadie deja sonriente. Y ya para terminar con la lista de deseos, aunque existe la recarga rápida, si el tiempo de regarga eléctrica, se pudiera igualar al de la recarga de gasolina, creo que muchos clientes estaríamos plenamente satisfechos.


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