Cita sugerida: García-León, R.A. (2019), Twitter and Food Well-Being: Analysis of #SlowFood Postings Reflecting the Food Well-Being of Consumers. Global Media Journal Mexico. 16(30), 91-112.
Investigación sobre el bienestar alimentario (segunda parte). Periódico Síntesis. 29.07.2019
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Fuente: Periódico Sintesis. Sección Vox. 29.07.2019 |
Debido a
que los planteamientos de Slow Food han sentado las
bases de importantes propuestas para combatir la obesidad en el mundo, quería
investigar de qué manera, las personas que ya practicaban este estilo de
alimentación, reflejaban su relación cotidiana con los alimentos en línea, qué
emociones compartían y lo más importante, si en realidad reflejaban el
bienestar alimentario que ha estado ligado a este movimiento. Decidí hacer el
estudio en Twitter por ser una red social muy popular en donde se pueden
estudiar mensajes en tiempo real y en la que eligiendo un hashtag (#) seguido de una palabra
determinada, es posible filtrar información sobre un tema en específico, en
este caso el hashtag usado fue #SlowFood.
Lo que
encontré es que los usuarios comparten fotos, recetas, información sobre
alimentos, y en general información sobre el estilo de alimentación que
promueve Slow Food. Por medio de un análisis interpretativo de mensajes y
fotografías fue posible determinar que los consumidores sí reflejan el bienestar
alimentario en sus tweets. Los usuarios relacionan este tipo de alimentación con
sentimientos de amor y felicidad. Estas emociones son el
resultado de cocinar en casa, del uso productos determinados y de ingredientes
frescos, de temporada y que muchas veces son cultivados por ellos mismos.
También relacionan estos sentimientos con los platillos que cocinan, así como
cuando cocinan y comparten los alimentos con su familia o con sus seres
queridos. Los consumidores muestran aprecio y conocimiento por ingredientes y
alimentos locales, así como por la cocina artesanal de diferentes partes del
mundo y sus procesos de preparación, lo cual genera una conexión y orgullo por
los alimentos locales que están relacionados con las personas y que podrían
formar parte de su identidad cultural. El aprecio sensorial por los platillos e
ingredientes se relaciona con la calidad de los materiales, la frescura de los
ingredientes y el hecho de que sean “de temporada”. En los mensajes se comparte
el sabor y el olor de platillos e ingredientes. El aprecio y el conocimiento
provoca en los consumidores una conexión emocional produciendo sentimientos de
bienestar y satisfacción.
Entonces,
fue posible determinar que usando las redes sociales y en particular Twitter,
sería posible influenciar a otros consumidores para que adopten una nueva y positiva
relación con los alimentos produciendo bienestar alimentario, ya que ha sido
comprobado que los mensajes transmitidos por esta red social son un factor de
influencia en cuanto a percepción y preferencias de consumo de las personas.
Si le
interesa el tema y/o tiene dudas al respecto, le sugiero que lea el artículo
completo, aquí abajo le dejo la liga.
Investigación sobre el bienestar alimentario (primera parte). Periódico Síntesis. 22.07.2019
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Fuente: Periódico Síntesis. Sección Vox. 22.07.2019 |
El Global
Media Journal acaba de publicar un artículo académico de investigación que
realicé sobre el consumo de alimentos, el bienestar alimentario y cómo los
consumidores reflejan este bienestar en línea.
En 2017 la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reportó que
en el mundo, uno de dos adultos y aproximadamente uno de cada seis niños tenían
sobrepeso. También pronosticaban que la epidemia de la obesidad se
incrementaría en los próximos años, principalmente en Estados Unidos, México e
Inglaterra¹. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) menciona que la causa fundamental de la obesidad es que se consumen más
calorías de las que se queman, y propone como solución realizar una mayor actividad física y consumir
alimentos saludables². Con esto se ha generado un
paradigma en donde todo el tiempo estamos pensamos si estamos comiendo “bien” o
“mal”, si estamos consumiendo alimentos saludables o no, si estamos comiendo
mucho o poco; además de generarnos culpa si al comer algo que nos gusta o que
sabe bien, sentimos placer. Entonces, comer saludable es restringirse y comer
cosas que no nos gustan, sin sabor o que no nos generan placer.Es una lucha
entre el bien y el mal.
Ante este
panorama, un grupo de investigadores proponen complementar este paradigma por
uno en donde el placer de comer sea visto de forma más holística. Que el placer
que genere el consumo de alimentos se derive de la apreciación estética de los
mismos, así como de sus valores simbólicos y sensoriales. Este placer se
derivaría entre otras cosas, de degustar platillos tradicionales, comida
casera, alimentos orgánicos, etc., del placer relajarse y de consumir alimentos
con otras personas. Esta perspectiva tiene fuertes conexiones con el movimiento
Slow Food.
Originado en Italia, el movimiento propone entre otras cosas, consumir
alimentos de forma informada y responsable, sin dañar la existencia de otras
personas o el medio ambiente. El consumidor se convierte en un actor
responsable, que conoce y se informa sobre los alimentos que consume, que se
alimenta no sólo por ser una necesidad biológica, sino porque este acto
representa el placer de convivir y compartir
los alimentos con otras personas. Además, busca proteger los sabores
locales y su herencia cultural; consumir alimentos frescos y de calidad, de
preferencia locales y siempre respetando la temporada en la que se producen.
Los
planteamientos de Slow Food han sentado las bases de importantes propuestas
para combatir la obesidad en el mundo, es por eso que quise investigar de qué
manera, las personas que ya practicaban este estilo de alimentación se
comunicaban en línea, qué decían, qué información o fotografías intercambiaban,
etc. De cómo se realizó la investigación y sus resultados les hablaré la
próxima semana.
Liga al
artículo: https://journals.tdl.org/gmjei/index.php/GMJ_EI/article/view/358
¹Organisation for Economic
Co-operation and Development. (2017). “Obesity Update 2017”, available at:
https://www.oecd.org/els/health-systems/Obesity-Update-2017.pdf
²World Health Organization.
(2018). World Health Organization Website, available at www.who.int
"El consumidor "manipulado". Periódico Síntesis. 15.07.2019
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Fuente: Periódico Síntesis. Sección Vox. 15.07.2019 |
La crítica
más común que se hace tanto a mercadólogos como a las agencias de mercadotecnia,
es que son capaces de manipular o convencer con relativa facilidad a los
consumidores para que compren cosas que en realidad no necesitan.
En todos
los años que llevo como docente, mis alumnos llegan a las clases pensando que
descubrirán “toda la verdad” detrás de la mercadotecnia. Sobre todo en la clase
de Comportamiento del Consumidor, en donde parte del contenido de la materia
trata sobre el aspecto psicológico de los consumidores. Nada más alejado de la
realidad. Aunque aprenden a conocer el comportamiento del consumidor a
profundidad, de lo que se convencen al final de la clase, es que la clave
fundamental de esta materia y de la mercadotecnia en general, es entender al
consumidor muy bien para para ofrecerle exáctamente lo que está buscando. Por
ello, conocer a nuestros consumidores y sus comportamientos de compra es
indispensable para poder ofrecerles productos que les otorgen valor. No se
trata solamente de producir y vender, sino de conocer al consumidor y diseñar
los productos que ellos están buscando o mejorar los que ya se tienen.
En
realidad, son los consumidores quienes dominan el mercado con su comportamiento
de compra. Si un producto se vende bien y no hay críticas o quejas, éste se
seguirá produciendo como siempre. Pero si por alguna razón las ventas bajan,
las empresas tienen que buscar y conocer las razones por las que este producto
ya no está satisfaciendo las necesidades de los consumidores. Entonces, la
empresa tendrá que hacer los cambios necesarios o retirar el producto del
mercado.
Como vemos,
no hay ninguna “magia” detrás de la mercadotecnia. Es necesario un conocimiento
profundo de los consumidores, sus gustos, estilos de vida, comportamientos de
compra, etc., para poder entregarles los productos que están buscando. De esta
manera, en el futuro, nuestros productos serán sus favoritos y si nos
mantenemos cerca de ellos, podremos lograr con el tiempo, fidelidad de marca.
Suena muy fácil, pero el proceso no es tan sencillo. Con tantos productos en el
mercado, lo que menos existe hoy en día es fidelidad de marca. Que los compradores
prefieran nuestra marca sobre las muchas otras que existen en el mercado, es algo
por lo que las empresas luchan todos los días. No hay que olvidar que los
consumidores definen el tipo de productos que quieren, para qué los usan,
cuándo y con qué frecuencia, así como cuándo y cómo los quieren comprar, etc.
Es por ello que mantener una comunicación constante con los consumidores, entenderlos
y conocerlos para darles los productos que buscan, así como una buena estrategia
de innovación de producto, son sólo algunas partes fundamentales de una buena
estrategia de mercadotecnia que llevará a la marca a estar siempre presente en
la preferencia de sus consumidores.
"De cómo nos inundamos de plástico". Periódico Síntesis 08.07.2019
Según el
informe “La nueva economía de los plásicos”, presentado este año en el Foro Económico de Davos, para el año 2050, en los océanos
habrá más plástico que peces. Y es que aunque en el mundo se están llevando a
cabo acciones para contrarrestar el uso de este material, los esfuerzos no son
suficientes, y lejos de erradicar su uso, éste ha ido en aumento, pues para
ciertos usos, no se han encontrado materiales substitutos. Es por ello que cada
año terminan ocho millones de toneladas de residuos plásticos en los océanos.
Y si se
trata de reciclar, según la ONU, sólo el 9% de los residuos plásticos se
recicla y el 12% se incinera; esto quiere decir que el reciclado no ha sido tan
eficiente como debería. Por lo pronto en Alemania ya se vislumbra la
posibilidad de prohibir el uso de vajillas de plástico desechables, así como la
implementación de un impuesto especial para cada estado por cada kilogramo de
residuos plásticos no reciclados.
Este
material está en todos lados y convivimos con él a diario. No tenemos que ir
muy lejos para analizar lo que está pasando. Trate de vivir sin plásticos por
un día, intente no comprar nada que esté compuesto de este material, que se
sirva o que esté envuelto en plástico, se dará cuenta que está en todos lados y
descubrirá lo absurdo de alguno de sus usos, como forrar los pepinos en
plástico. Aquí en Europa, aunque también se venden a granel, algunos pepinos
vienen forrados en plástico transparente para protegerlos, lo más absurdo es
que en la misma la pila de los pepinos en el supermercado, hay muchos pepinos
sin plástico, están en perfecto estado y cuestan lo mismo. Muchos productos que
se promocionan como “bio” también se venden en envolturas de plástico cuando en
realidad esto no es necesario; así, lechugas, pimientos morrones, limones y manzanas,
por mencionar sólo algunos productos, se comercializan en empaques de plástico.
No creo que
no haya nadie en el mundo que no esté enterado del problema y que desee ayudar
de alguna manera. Sin embargo, es más fuerte lo acostumbrados que estamos, no
sólo a los empaques de plástico, sino a los contenedores, al café para llevar y
en general a los platos y vasos desechables, que a veces pasamos por alto que
estamos contribuyendo a llenar el mundo de plástico.
La solución
se tiene que ir dando de manera gradual, por supuesto, pero tanto consumidores
como productores y todos aquellos involucrados en el diseño, distribución,
venta y promoción de un producto, deberían aportar ideas para solucionar el
problema.
No basta
con dejar de pedir u ofrecer bolsas de plástico en los supermercados, como
consumidores, tenemos que elegir aquellos productos que no sean de este
material, que no se sirvan, se empaqueten o se envuelvan en plástico.
Que tengan todos un buen inicio de semana.
"El destino de nuestra información en línea". (segunda parte). Periódico Síntesis. 01.07.2019
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Periódico Síntesis 01.07.2019 |
La semana pasada hablábamos sobre el manejo de
nuestra información en línea y cómo las grandes empresas como Facebook, Google
o Amazon utilizan la información que nosotros mismos generamos con fines
publicitarios o de venta. Algunos expertos como Agnes Budzyn, Directora General
de Crecimiento Global de Consenesys AG, mencionan que en el futuro, la
posibilidad de que cada consumidor administre sus propios datos como mejor le
convenga, sería posible gracias a la tecnología de cadena de bloques o
Blockchain.
Para entender la importancia del big data,
tomemos en cuenta que según Statista, el valor del mercado global de datos
crecerá hasta 103 billiones de dólares para el año 2027¹. Actualmente, este
mercado se valora en 49 billiones. También algunos gobiernos, como el de
Alemania, quieren que estas empresas empiecen a pagar impuestos por los datos
que venden, y lograr así una economía más justa. Esta es sólo una muestra de la
importancia que hoy en día tiene el manejo de la información en línea; y si
todo sale como se predice, los consumidores tendrán entonces una rebanada de
este pastel cuando empiecen a monetizar los datos que ellos mismos generan.
Con el uso del Blockchain, los consumidores podrían
vender sus datos haciendo que cierta información relacionada con su estilo de
vida esté disponible para una compañía o varias compañías. Esta relación
comercial consumidor-empresa estaría sujeta a un contrato legal y se podría
romper si una compañía decidiera que los datos de ciertas personas ya no le son
útiles, pero también si los consumidores decidieran que ya no desean seguir dando
acceso a sus datos o a ser rastreados, debido a alguna situación en particular.
Obviamente que todo este tipo de cosas estarían dentro del contrato.
Una vez que los consumidores se conviertan en
administradores de su propia información, las compañías tendrían que idear
formas para accesar a estos datos tomando en cuenta el lado ético y legal, pero
también el monetario. Seguramente, cada tipo de datos tendrá un precio y los
consumidores podrán poner también precio a la información que generan de
acuerdo a su estilo de vida y patrones de consumo. Pero para que esto suceda,
tenemos que esperar, pues aunque la tecnología Blockchain ya se utiliza,
todavía está iniciando. Asimismo, toda la reglamentación legal sobre los datos
de los consumidores, tiene todavía que ser definida con más detalle.
No cabe duda que esta herramienta hará que los consumidores
adquieran un papel más importante en cuanto al manejo de sus datos. Si esto
sucede así, los consumidores dejarán de ser entes pasivos que desconocen a
dónde va a parar la información que generan, para convertirse en los
administradores de su propia información.
Que tengan todos un buen inicio de semana.
1. Statista (2019). Forecast of Big
Data market size, based on revenue from 2011 to 2027 (in billion U.S. dollars).
Disponible en: https://www.statista.com/statistics/254266/global-big-data-market-forecast/
"El destino de nuestra información en línea" (primera parte). Periódico Síntesis. 24.06.2019
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Periódico Síntesis 24.06.2019 |
El manejo y
almacenaje de datos por parte de empresas como Facebook, Apple, Amazon y
Google, está cambiando la forma de ver el mundo. Específicamente, una nueva
cara de los negocios en donde los datos son el nuevo oro –digital-.
En el
pasado y todavía hoy en día, si queríamos conocer los gustos y preferencias de
los consumidores, hacíamos investigaciones de mercado, entrevistas, encuestas,
etc. Con la llegada de Internet, las grandes corporaciones se han encargado de
almacenar una aberrante cantidad de datos sobre nosotros, nuestras compras,
gustos y preferencias. Con esta información se hace un perfil de consumo y se
nos ofrece exactamente lo que estamos “buscando” o lo que “necesitamos” en un
momento en particular. Después, infinidad de “sugerencias” aparecen en forma de
publicidad en las pantallas de nuestras computadoras o aparatos digitales.
Si bien es
cierto que es cómodo que sin hacer ningún esfuerzo de repente nos ofrezcan
productos que posiblemente estemos buscando o necesitemos en un momento dado,
lo que es incómodo o más bien inapropiado es que se almacene información
nuestra sin autorización, para venderla o para usarla como herramienta
publicitaria. Para nadie es un secreto que gran cantidad de datos sobre
nosotros son almacenados y centralizados en los servidores de compañias tecnológicas
que los usan para su propio beneficio. Esto con la consecuencia de que el valor
y el potencial económico de esos datos se restringe sólo a esas pocas empresas.
Es por eso
que en los últimos años se ha estado manejado la posibilidad de que los
consumidores pudieran tomar el control de sus propios datos y pudieran decidir
qué información sobre ellos se puede almacenar y con qué propósitos. La
autorización del consumidor sería sólo una de los beneficios de este cambio en
el creciente negocio del manejo de datos. Otro beneficio sería que cualquier
persona pudiera acordar vender o no sus datos y decidir si quiere que se
divulgen y/o se usen con fines comerciales. Además, cada uno de nosotros podría
determinar si quiere ser sujeto de estudio y a qué precio. Esto último sería
posible si el consumidor decidiera autorizar ser rastreado (como ya lo somos)
por estas empresas para conocer sus gustos, comportamientos de compra en el día
a día y preferencias. Y no sólo eso, también podría decidir vender datos
recabados bajo determinadas situaciones; por ejemplo, cuando se encuentre
pasando por una enfermedad o por un proceso como el embarazo, condiciones que
conllevan comportamientos de compra específicos. Con esto, las empresas serían
capaces de determinar o predecir, con la ayuda de los datos de otros
consumidores en esta misma situación, intenciones de compra o comportamientos
de consumo.
Según Agnes
Budzyn, Directora General de Crecimiento Global de Consenesys AG, esto podría
ser posible con la ayuda de la tecnología de cadena de bloques, mejor conocida
como Blockchain. De esto hablaremos la próxima semana.
Mientras
tanto, que tengan todos un buen inicio de semana.
"Alguien nos escucha..." Periódico Síntesis. 18.06.2019
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Periódico Síntesis 18.06.2019 |
Hace una
semana, mientras trabajaba con mi computadora, de repente mi esposo me dijo en
voz muy alta y de la nada: ¾¡sí, una cortadora de cesped, una cortadora de
cesped!¾ Lo
miré perpleja y le pregunté: ¾¿cómo?, ¿de qué hablas?¾ Me hizo una señal con el dedo sobre
la boca para que me callara y miró de reojo a la computadora y volvió a repetir
casi gritando pero pausadamente para que se oyera claramente: ¾¡una cortadora de cesped, hay que
cambiar la que tenemos, una nueva cor-ta-do-ra de ces-ped¡¾. Y me volvió a hacer una seña para
que me callara. ¾¿No
sabes que nos oyen?¾ Me dijo después al oído y en voz muy baja. ¾Ya verás que pronto veremos
publicidad en Internet sobre cortadoras de cesped¾ concluyó muy convencido.
Bueno, pues
parece como de broma, pero últimamente se ha puesto en entredicho la reputación
de los aparatos electrónicos conectados a Internet. Usualmente, nos conectamos para
buscar información o interactuar socialmente. Al principio usábamos el teclado
para escribir lo que deseábamos encontrar. Con la ayuda de los diferentes
motores de búsqueda, encontrábamos rápidamente la información que estábamos
buscando. Ahora, los smart speakers y
asistentes de voz como Google Home, Alexa, Siri o Cortana, reducen el tiempo que
pasamos frente a la pantalla de nuestros dispositivos electrónicos.
Desgraciadamente,
la reputación de estos aparatos se ha visto afectada rápidamente desde que
algunos medios divulgaran que aunque se sabe que para hacer su trabajo tienen
que grabar nuestra voz, así como toda la información que con ellos compartimos,
era muy arriesgado que “supieran” tanto de nosotros. Tal vez considere que
decir alguna palabra frente a estos dispositivos y que al día siguiente veamos
publicidad al respecto sea lo de menos; sin embargo, lo realmente preocupante
sería que nuestra información se usara para cometer algún tipo de delito en
nuestra contra.
Para nadie
es un secreto que la seguridad de nuestros datos en línea están en peligro,
pues una de las principales debilidades de estos dispositivos, así como de otros
muchos que tienen que ver con Internet y el intercambio de datos, es la
seguridad. Es por eso que una de las conclusiones del Foro Económico Mundial
realizado en Davos este año, determinó que era necesario incrementar la
ciberseguridad para evitar diferentes delitos entre los que destacan el robo de
identidad y el secuestro de información.
En el caso
de la información, los datos capturados por empresas como Google, Facebook o
Amazon se están convirtiendo poco a poco en el recurso más valioso, en la nueva
moneda de cambio. Y es que al buscar información, somos nosotros mismos quienes
estamos proporcionando datos sobre nuestros gustos, compras, preferencias,
dudas, inquietudes, enfermedades, etc., datos que serán almacenados y
posteriormente monetizados por estas empresas. De esto hablaremos el próximo
lunes. Mientras tanto, que tengan todos un buen inicio de semana.
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