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Investigación sobre el bienestar alimentario (primera parte). Periódico Síntesis. 22.07.2019

Fuente: Periódico Síntesis. Sección Vox. 22.07.2019

El Global Media Journal acaba de publicar un artículo académico de investigación que realicé sobre el consumo de alimentos, el bienestar alimentario y cómo los consumidores reflejan este bienestar en línea.



En 2017 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), reportó que en el mundo, uno de dos adultos y aproximadamente uno de cada seis niños tenían sobrepeso. También pronosticaban que la epidemia de la obesidad se incrementaría en los próximos años, principalmente en Estados Unidos, México e Inglaterra¹. La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que la causa fundamental de la obesidad es que se consumen más calorías de las que se queman, y propone como solución realizar  una mayor actividad física y consumir alimentos saludables². Con esto se ha generado un paradigma en donde todo el tiempo estamos pensamos si estamos comiendo “bien” o “mal”, si estamos consumiendo alimentos saludables o no, si estamos comiendo mucho o poco; además de generarnos culpa si al comer algo que nos gusta o que sabe bien, sentimos placer. Entonces, comer saludable es restringirse y comer cosas que no nos gustan, sin sabor o que no nos generan placer.Es una lucha entre el bien y el mal.

Ante este panorama, un grupo de investigadores proponen complementar este paradigma por uno en donde el placer de comer sea visto de forma más holística. Que el placer que genere el consumo de alimentos se derive de la apreciación estética de los mismos, así como de sus valores simbólicos y sensoriales. Este placer se derivaría entre otras cosas, de degustar platillos tradicionales, comida casera, alimentos orgánicos, etc., del placer relajarse y de consumir alimentos con otras personas. Esta perspectiva tiene fuertes conexiones con el movimiento Slow Food. Originado en Italia, el movimiento propone entre otras cosas, consumir alimentos de forma informada y responsable, sin dañar la existencia de otras personas o el medio ambiente. El consumidor se convierte en un actor responsable, que conoce y se informa sobre los alimentos que consume, que se alimenta no sólo por ser una necesidad biológica, sino porque este acto representa el placer de convivir y compartir  los alimentos con otras personas. Además, busca proteger los sabores locales y su herencia cultural; consumir alimentos frescos y de calidad, de preferencia locales y siempre respetando la temporada en la que se producen.

Los planteamientos de Slow Food han sentado las bases de importantes propuestas para combatir la obesidad en el mundo, es por eso que quise investigar de qué manera, las personas que ya practicaban este estilo de alimentación se comunicaban en línea, qué decían, qué información o fotografías intercambiaban, etc. De cómo se realizó la investigación y sus resultados les hablaré la próxima semana.


¹Organisation for Economic Co-operation and Development. (2017). “Obesity Update 2017”, available at: https://www.oecd.org/els/health-systems/Obesity-Update-2017.pdf

²World Health Organization. (2018). World Health Organization Website, available at www.who.int

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