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Fuente: Periódico Síntesis. Sección Vox. 09.09.2019 |
En una
columna anterior titulada “De cómo nos inundamos de plástico” les comentaba
sobre la tragedia que representa la gran cantidad de residuos plásticos que se
encuentran en los océanos. Las ocho millones de toneladas de residuos plásticos
que terminan en los océanos cada año han llevado a pronosticar que para el año
2050 habrá más plásticos que peces en el mar. Y no sólo eso. Ya se han
detectado minúsculos residuos de plástico en la comida, en el aire y en el agua
que bebemos.
Pero
Alemania no es el primer país en introducir estas medidas en favor del medio
ambiente. 61 países han prohibido la producción y/o importación de bolsas de
plástico. En estos países las penas van desde multas hasta prisión. Mientras
tanto, en Europa ya se ha iniciado un cambio en cuanto al uso de popotes de
plástico. Cada vez son más los establecimientos ofrecen popotes de papel a sus
clientes como preparación para la prohibición de popotes de plástico que entrará
en vigor en 2021 en toda la Unión Europea. Esta medida también incluye la
prohibición de platos y cubiertos de plástico, como sustitutos de estos últimos
ya se empiezan a ver desde hace algunos años, cubiertos y platos muy
delgados hechos de madera.
Pero para
que la prohibición de las bolsas de plástico entre en vigor en Alemania, aún se
tiene que discutir la medida. Y es que algunos sugieren que es mejor dar incentivos
que prohibir. Y es que también es verdad que el plástico de las bolsas que
usamos para llevar nuestras compras a la casa, no es el único que contamina.
Cada envase de plástico, las bolsitas en las que metemos las verduras o frutas
antes de pesarlas o los finos empaques de plástico de todas aquellas cosas que
compramos, también cuentan. Me imagino que a usted también le pasa que luego de
llegar del supermercado y poner las cosas en el refrigerador, se da cuenta que
sólo con esa acción generó una gran cantidad de basura de plástico, que en el
caso de las bolsas de las verduras o frutas, se usaron sólo unos cuantos
minutos.
Y si bien
los gobiernos de los países contribuyen en gran medida al cuidado del medio
ambiente con este tipo de políticas, son los consumidores y las empresas
quienes también tienen que apoyar. Los consumidores evitando comprar o consumir
productos en envases de plástico o evitando pedir bolsas de plástico para transportar
los productos que compran. Las empresas por su parte, pueden y deberían
contribuir reduciendo sus envases desechables o definitivamente buscando
opciones de envases más sostenibles que ayuden a cuidar el medio ambiente.